El EMS es un tratamiento estético no invasivo que se utiliza para tonificar y fortalecer los músculos, especialmente en áreas como el abdomen, los glúteos, los brazos y las piernas. Utiliza tecnología de electromagnetismo de alta intensidad para inducir contracciones musculares supramáximas, lo que significa que las contracciones son más intensas de lo que podrías lograr con ejercicio voluntario.
Estas contracciones supramáximas ayudan a construir músculo y a quemar grasa en el área tratada. Además, el EMS puede mejorar la definición muscular y la apariencia general de la zona tratada. Es importante tener en cuenta que el EMS no es un tratamiento para perder peso, sino más bien para mejorar la forma y la tonificación muscular en áreas específicas.
El tratamiento suele durar alrededor de 30 minutos por área tratada y se recomienda un total de cuatro sesiones, programadas con unos pocos días de diferencia entre cada una. Los resultados suelen ser visibles después de unas pocas semanas de completar el tratamiento, y se puede continuar viendo mejoras durante varios meses.
El EMS es generalmente seguro y no invasivo, pero como con cualquier procedimiento estético, es importante hablar con un profesional de la salud antes de decidir si es adecuado para ti.