La armonización facial tiene por objetivo resaltar la belleza natural por medio de la potenciación de los puntos fuertes, el rejuvenecimiento facial y la corrección de asimetría en la fisionomía del rostro.
La armonización facial representa un concepto emergente en el ámbito de la medicina estética, ganando popularidad en los últimos años y convirtiéndose en un tratamiento altamente solicitado tanto por hombres como por mujeres, gracias a la eficacia de sus resultados.
Este enfoque implica una serie de procedimientos estéticos adaptados a las necesidades individuales de cada paciente, con el propósito de resaltar la belleza natural de cada persona mediante ajustes sutiles en su fisonomía facial. El objetivo principal es realzar los rasgos distintivos y suavizar las imperfecciones, logrando un aspecto general de mayor armonía en los rasgos faciales.
En términos generales, la armonización facial busca, tal como sugiere su nombre, un rostro más equilibrado, mejorando la simetría facial, transformando ciertas características, redefiniendo ángulos para un contorno más estilizado y abordando directamente el envejecimiento de la piel. Esto se traduce en la restauración de la luminosidad, la regeneración profunda de la piel, la obtención de mayor elasticidad y volumen en las áreas donde se ha perdido con el tiempo.